domingo, 31 de enero de 2010

Su mal



A veces me gustaría gritarle al viento todo el dolor que siento, gritarle el mal que me hace… contarle lo mucho que sufro. Quisiera poder decirle lo mucho que me lastima, y contarle las veces que me dejo sola. Tal vez recordarle las noches que me asustó, y luego se fue riéndose en mi cara, o poder reprocharle que no estuvo las pocas veces que lo necesite.
Me gustaría gritarle y sacarme toda esta amargura. Decirle lo injusto que es conmigo, y lo desagradecido que es también.
Pero no puedo hacerlo. Su mal me hace bien.
Cuantas noches pensé en alejarme, en encerrarme… y terminaba abriendo las ventanas y esperando que pasara.
Me gustaría gritarle que lo odio, que lo desprecio, que no es más que una simple brisa que no llega ni a acariciar mi cuerpo. Gritarle que no es nada, que nunca lo fue. Decirle que no lo necesito y que ya está en el olvido. Pero no puedo, no sé cómo decirlo.
Y es simple, es solo cuestión de gritarle…